El mensaje en el email marketing
El cuerpo del mensaje es, sin duda, el elemento del e-mailing más importante de todos. Con el contenido de nuestra campaña de e-mail marketing, nos jugamos todo lo que hemos trabajado. Así que ¿cómo tiene que ser el contenido?
Foto: Ryan Hyde
Interesante
Tiene que atraer al destinatario, captar su atención y ser relevante. No obstante, tenemos que tener en cuenta que un mismo contenido no resultará interesante para todo el mundo. Por ejemplo, una oferta del 75% en unas gafas graduadas masculinas puede resultar muy cautivadora si eres hombre y problemas oculares; pero si no, no. Hay que adaptarse a los receptores, saber quiénes son, qué quieren y qué les gusta.
Una manera de conocer a nuestros destinatarios es a través de los formularios. En el formulario de suscripción a nuestra newsletter, por ejemplo, ya podemos pedir algunos datos que nos resulten importantes; pero no hay que abusar, pues podemos perder suscriptores por pedir demasiados datos personales. Lo mejor es ir recaudando información poco a poco, cuando ya están suscritos, e ir añadiendo esa nueva información a nuestra base de datos.
Adecuado
Un contenido relevante e interesante, puede no resultar adecuado en ciertos momentos. En verano, la publicidad por correo electrónico de aparatos de aire acondicionado puede proporcionar ventas, pero dudo que ocurra lo mismo si lo hacemos en invierno –a no ser que sea una promoción muy especial aprovechando, precisamente, que es invierno.
Corto
Pocos son los que en Internet leen textos largos y espesos. Apenas tenemos tiempo para convencer al destinatario, así que no lo perdamos con rodeos. Hay que ir al grano y transmitirle el mensaje que queramos. Uno de los principales motivos por los que los suscriptores se dan de baja de una newsletter es porque encuentran el contenido pesado. Cuanto mayor sea la frecuencia de envío de newsletters o correos comerciales, menor ha de ser la longitud del mensaje.
Personalizado
Siempre se consiguen mejores resultados con la personalización de los mensajes. Añadiendo la provincia del destinatario, su nombre, el nombre de su empresa…, el receptor percibirá que el contenido está especialmente pensado para él. Y, realmente, debería ser así. Algunos programas de e-mail marketing como Sarbacán permiten personalizar el mensaje de manera automática. ¡Aprovechad esta funcionalidad!
Finalmente, recuerda que todo esto debes combinarlo con un buen diseño de tu e-mailing y un call-to-action efectivo, teniendo en cuenta el tipo de email masivo que estés enviando. No olvides tampoco incluir el enlace de baja en la parte inferior del mensaje –es obligatorio por ley y, además, evitamos enviar correos electrónicos a gente que no está interesada en ellos– y enlaces para compartir tu e-mailing en redes sociales.
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